martes, 8 de abril de 2008

¿Te suena?

En 2005 se celebró una carrera de remo entre empleados de una empresa japonesa y de otra española. Se dio la salida y los japoneses empezaron a destacar desde el primer momento, llegando a la meta con una hora de ventaja sobre el equipo español.

La dirección de la empresa española analizó las causas de tan amarga derrota y advirtió que el equipo japonés estaba compuesto por 10 remeros y un jefe de equipo, mientras que la tripulación española la componían 10 jefes de equipo y un remero, por lo que se decidió adoptar las medidas adecuadas.

En 2006, la tripulación japonesa llegó dos horas y media antes que la española. La dirección se volvió a reunir y, tras un sonoro rapapolvo a la Gerencia, concluyeron que los japoneses había repetido estrategia (10 remeros y 1 jefe de equipo), mientras que la innovadora tripulación española, remozada tras las eficaces medidas tomadas el año anterior, estaba compuesta por: 1 jefe de equipo, 2 asesores de gerencia, 7 jefes de sección y 1 remero.

La decisión de la dirección fue unánime: el remero es un incompetente.

En 2007, tras encargar una innovadora trainera al departamento de nuevas tecnologías, la ventaja de los japoneses fue de cuatro horas.

El equipo directivo reunido para analizar las causas del nuevo desastre comprobó que el equipo nipón había optado ya por la tradicional formación (1 jefe de equipo y 10 remeros), mientras que el español, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial del departamento de organización, optó por una formación mucho más vanguardista: 1 jefe de equipo, 3 jefes de sección con plus de productividad, 2 auditores de prestigio y 4 vigilantes jurados que no quitaban el ojo al único remero de la tripulación, al que habían amonestado y castigado quitándole los pluses e incentivos tras el fracaso del año anterior.

Tras varias horas de reunión se acordó que, para la regata del 2008, el remero sea un becario o, en su defecto, una contrata externa ya que, a partir de la vigésima milla, se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, actitud que roza con el pasotismo y con comentarios del tipo: "El año que viene va a remar su puta madre" al llegar a la línea de meta